Ruta del Acueducto de las Herrerías y la Garganta de Descuernacabras, domingo 13 de octubre.

El domingo día 13 de octubre realizaremos una ruta circular con inicio y fin en Campillo de Deleitosa, con un recorrido que transitará por la Garganta de Descuernacabras, la cual recorreremos andando por el intererior de un viejo canal que se construyó para la producción de electricidad, y cuyo primer tramo data de los últimos años del s.XIX. En dicho recorrido, nos encontraremos con el Acueducto de las Herrerías, un acueducto en curva, de bella factura, elegante y muy bien conservado.

En las siguientes líneas, os dejamos una descripción del recorrido previsto a realizar, así como un pequeño vídeo al final, y el correspondiente track por si alguien quiere consultarlo/descargarlo.

Acueducto de las Herrerías.

En Campillo de Deleitosa lo único interesante es la Iglesia de San Sebastián, del siglo XVII, aunque con remodelaciones posteriores. Es éste un pequeño pueblo donde apenas viven 60 vecinos, aunque como pueblo tiene ‘más porte‘, pero esta es la triste realidad, el cruel y rápido proceso de despoblación que están sufriendo algunos de nuestros pueblos…

Iglesia de San Sebastián, Campillo de Deleitosa.

Desde donde nos deje el bus, tendremos que transitar por algunas de sus calles vacías, hasta llegar al punto inicial de la ruta, que no es otro que la fuente a la que creo llaman “El Lejío”, delante de la cual encontraremos un pequeño estanque con peces (hace unos años había, ahora ¡véte tu a saber!). Hay que dejar dicha fuente a la derecha y seguir por la calle que tenemos de frente, hacia arriba, y unos metros después, la primera calle a la izquierda.

Fuente y estanque de Campillo de Deleitosa, punto de inicio de la ruta.

Una vez que dejemos atrás las últimas casas del pueblo, continuaremos por un cómodo camino, flanqueado en parte por paredes de piedra, con huertos y zonas de olivares, cruzando el arroyo de los Enriscaderos. Se trata de un breve y tranquilo tramo de poco más de un kilómetro, pero esto dura poco, porque pronto cogeremos un desvío a nuestra derecha, donde raṕidamente el camino, con peor huella, comienza a empinarse con algunos duros repechos, en un tramo de unos 800 metros que nos ayudará a entrar en calor e ir ‘engrasando las bisagras‘, nada que no pueda subirse con paciencia, pero podemos estar tranquilos, porque las únicas dificultades físicas de esta ruta son este corto tramo y otro tramo de 1 km casi al finalizar la ruta, con menor pendiente que el primero, el resto de la ruta es en bajado o caminando cómodamente por el interior del canal-acueducto.

En el final de la subida llegaremos a una pequeña explanada, es el Puerto de Deleitosa, junto a la carretera por la que anteriormente hemos pasado con el bus. En este punto cogeremos el camino que sale a la izquierda, convirtiéndose unos metros después en un camino-pista más ancho, rodeado de un bosque de eucaliptos que impiden ver los alrededores. Desde el Puerto de Deleitosa, y hasta que lleguemos al canal, todo el tramo será en cómodo descenso.

Al dejar atrás los eucaliptos, es cuando tendremos unas bonitas panorámicas de las Villuercas al fondo,  empezando a disfrutar de la ruta, rodeados de sierras a derecha e izquierda, cercanas entre ellas, y aunque no son de mucha altura, al alcanzarla bruscamente dan la sensación de que son más altas, sobre todo a medida que nos vamos introduciendo en el fondo del valle, que queda encajonado y en umbría en muchos tramos.

En la bajada del puerto de Deletiosa, tenemos al fondo la silueta de las Villuercas, y a la derecha, la pared de cuarcita que se ve sobre los pinos, es la Sierra de Juncaldilla. Hacia el fondo del valle es donde nos dirijiremos para buscar el canal.

Seguiremos bajando y las vistas serán más gratificantes, con la Sierra de Juncaldilla a la derecha, y en ella, perfectamente visible, la oquedad de la Cueva de los Canchos de Juan Caldilla, que recibe el nombre de un maqui que se ocultaba en esta zona después de la Guerra Civil.

Sierra de Juncaldilla, y en ella, perfectamente visible, la oquedad de la Cueva de los Canchos de Juan Caldilla.

Justo al llegar a la altura de la cueva, es decir, cuando más o menos nos posicionemos bajo ella (o sea, justo cuando nos quede arriba a nuestra derecha), y una vez que ya hemos perdido casi toda la altura al bajar desde el Puerto de Deleitosa, ya podremos ver claramente a nuestra izquierda, un poco más abajo, las ruinas de la antigua herrería medieval, junto al cauce del arroyo. Junto a estas ruinas, se encuentra claramente visible el canal, por el interior del cual seguirá nuestro recorrido durante unos 5 km, guiándonos siempre por la garganta de Descuernacabras, que es por donde transita parte del recorrido de esta ruta, pero antes hay que bajar hacia el canal, sin un camino claramente marcado, tan solo guiarse por algunas sendas que salen aquí y allá y bajan hacia él, en una corta, unos 40 metros,  pero pronunciada bajada, donde hay que ir echando mano de los frenos y tener precaución de no resbalar, sobre todo si la tierra estuviera mojada.

Ruinas de la antigua herrería medieval.

El canal visto desde arriba.

El canal se afana en agarrase con uñas y dientes a la ladera de la sierra por la que transita, buscando seguir la curvas de nivel, minimizando el impacto ambiental, mimetizándose…

El que quiera puede curiosear un poco por los alrededores de la herrería, antes de adentrarnos en el interior del canal para seguir con nuestro recorrido, el cual no tiene desperdicio, es muy gratificante en todos los aspectos, desde el inicio, donde se transita por la parte más angosta de la garganta, con el arroyo un poco más abajo, en un terrero propicio para la nutria o el martín pescador (si hay agua, claro está, y si uno es silencioso).

En el otro margen de la garganta, podremos ver las lascas pizarrosas verticales y oblicuas, los diferentes pliegues que dan idea del origen de estas sierras y que pueden resultar una delicia para cualquier geólogo; dependiendo de la época, se pueden ver en mayor o menor numero las pequeñas aves en los árboles más cercanos al cauce del arroyo, o al mirar atrás y con forme avance la mañana y más si ésta es soleada, podremos contemplar los buitres sobrevolando la Sierra de Juncaldilla

En este tramo inicial, cuando la garganta es más estrecha, es curioso ver las curvas que hace el canal, afanándose en agarrase con uñas y dientes a la ladera de la sierra por la que transita, buscando seguir la curvas de nivel, minimizando el impacto ambiental, mimetizándose, encriptándose con el entorno, algo que consigue en parte por los materiales con los que está construido, piedra y pizarra, elementos del entorno, y sobre todo cuando la capa de mortero que las recubría en los bordes superiores, la piel que lo arropaba, va desapareciendo, dejando a la luz claramente las piedras y lascas de pizarras, unas sobre otras, con las que está construido, dejando a la luz el alma del canal, y más en esta parte inicial, la más antigua, porque el canal que recorre esta garganta se divide en tres tramos, los cuales coinciden con las tres minicentrales eléctricas que estuvieron funcionando en esta zona durante el pasado siglo.

Diferentes vistas de la línea que sigue el canal junto a la falda de la sierra. En la de abajo, quizás el único sitio donde se ha tenido que «actuar» para que el canal pueda abrise paso, en el resto del recorrido no se ha alterado en nada el entorno.

Según leí, la construcción de la primera minicentral se remonta a 1897 y de esta época será el primer tramo del canal, el que va desde la Presa de las Herrerías hasta dicha minicentral, enclavada en el paraje de La Gargantilla, cercana a la propia presa y que parece ser que no estuvo activa mucho tiempo por la baja producción que tenía, posiblemente por el poco desnivel entre ésta y el canal. Es por esto por lo que se decidió construir una segunda minicentral en un enclave, concretamente en el conocido como “El Cabronil”, donde hubiera un mayor desnivel, con lo que se tendría que ampliar el canal con un segundo tramo para poder llevar el agua hasta allí. La construcción de esta segunda minicentral se inició en 1917 y estaría en funcionamiento hasta 1953, y lo más curioso es que esta construcción se inicio cinco años después que empezara a construirse la que sería la tercera minicentral de este recorrido y la tercera también en ponerse en funcionamiento (ya explicaré más adelante el por qué de esto).

Una foto ilustrativa. El número «4» indica las construcciones-casas que alojaban la segunda minicentral eléctrica que estuvo funcionando en esta garganta, en las diferentes etapas. Ésta concretamente, fue iniciada en 1917, y por tanto, aquí acababa el canal por aquella época, con lo cual, el agua entraba en el saliente etiquetado con el número «2», el cual no tiene suelo, y a este hueco se conectaba una tubería (número «3»), por la que baja el agua hasta la central para mover las turbinas y generar electricidad. El número «1», es un deetalle de la construcción del canal, y es que en los bordes superiores de las paredes del canal se colocaban lanchas de pizarra más anchas para evacuar más fácilmente el agua sobrante, evitando deterioro de las paredes del canal. En este caso, el salto de agua podía ser de unos 10 metros, logrando producir más electricidad que la primera minicentral que hubo, construida en 1897, y que estuvo en producción durante poco tiempo.

Hasta llegar a la zona donde se encuentran las ruinas de lo que en otros tiempos fue esta segunda minicentral, es un tramo corto en distancia, pero muy entretenido si intentamos ver y disfrutar de todo lo que nos rodea, ya sea a nivel natural, geológioco, construcciones populares u obras de ingeniería civil como es este canal o como es el acueducto que da nombre a esta ruta.

Sólo hay que volver de vez en cuando la vista atrás, para encontrarnos unas magníficas panorámicas de la garganta encajonada entre las dos paredes de pizarra y cuarcita de las sierras que la flanquean, con el fondo de la Sierra de Juncaldilla, con bosque meditérráneo en las laderas más abiertas y árboles de ribera en las zonas más cercanas al río, y con una visión del canal que parece formar parte de un todo, fundiéndose en el paisaje.

Vistas mirando hacia atrás, hacia la Sierra de Juncaldilla, viendo perfectamente la línea que sigue el canal, incrustrado en la flada de la sierra.

Andando por el canal se puede ver claramente el mimo con el que debió ser construido, percibiendo los detalles de su construcción: pequeños arcos en la base para dejar paso al agua que provenga de algún arroyo o riachuelo, o de alguna garganta o vaguada que bajen de la sierra, o en los casos en los que estos estén a la misma altura del canal, como se realizaban unas canalizaciones por encima de éste para que el agua lo salvara por arriba, con el fin de que no lo destruyera; lascas de pizarra anchas, en horizontal, sobre el borde del canal, a modo de tejadillo, para proteger las paredes externas del canal del temporal y de los efectos del agua que pudiera desbordase, evacuándola hacia fuera; enormes piedras en el interior del canal para evitar que en los casos de mucho caudal y con mucha fuerza, se deterioran las paredes del canal en las curvas, porque al chocar el agua con estas gruesas piedras ya perdería fuerza y minimizaría los daños; construcción a base de piedra y pizarra casi sin argamasa, sin mortero, el cual es solo utilizado en la construcción de los ojos del canal, o como la piel o cobertura externa de éste, además de la zona del acueducto; aliviaderos durante todo el recorrido; grandes lascas de pizarras por encima del canal, ocupando todo su ancho, que servirían de pequeños puentes o pasos para el ganado; los contrafuertes en unas ocasiones, y en otras, un segundo muro para reforzar las zonas donde el canal tiene más pendiente, o los extremos de cada una de las tres fases en las que fue construido el canal, donde se realizaban unas pequeñas extensiones hacia fuera, con el fin de dejar el suelo libre, vacío, o sea, con agujero por el que el agua sería conducida mediante tuberías hacia la minicentral donde su fuerza haría mover las turbinas; pero sobre todo, la elegancia con la que está construido el acueducto, en curva, con cerca de 7 u 8 metros de altura en la zona donde la vaguada es más profunda, para poder salvarla de una forma armoniosa, elegante, de bella factura, construyéndose en el centro de la curva, en su base, un ojo, un aliviadero, para dejar paso a las aguas que provinieran con fuerza de la vaguada que intenta salvar, pero con el detalle de construir en el centro una especie de pilar en cuña, a modo de los pilares en algunos puentes, para minimizar el impacto del agua y quizás, para dividirla en dos cauces en el caso que intentaran aprovechar al máximo tanto el caudal como la fuerza con la que vendría el agua [Podéis ver en ESTE ENLACE, unas fotos de los detalles de la construcción aquí arriba comentados].

Arco en la base del muro del canal, para dejar paso al agua que provenga de algún arroyo o riachuelo, de alguna garganta o vaguada, que bajan de la sierra.

Esta es una de las «canales», arroyos o gargantas que desembocan el arroyo Torneros, y viendo su verticalidad y que su cauce esta formado por piedra pizarrosa, que no absorbe el agua y que por tanto, todo el agua que recoja iría a desembocar al arroyo de forma torrencial, debido a la pendiente, nos podrá dar idea del agua que podría recoger la garganta de Descuernacabras es época de lluvias, aunque en la época de la visita, apenas corría un hilito de agua  en algunas y otras estaban secas, todo debido a esta largo periodo que llevabamos donde la falta de precipitaciones es la tónica dominante.

El acueducto de la herrerías, el punto culminante de esta ruta, la guinda al pastel, se encuentra en las cercanías de las ruinas de la segunda minicentral, aunque pertenece al tercer y último tramo del canal, el que se construyó para hacer funcionar la tercera y última minicentral que estuvo en funcionamiento en este entorno, ya que el segundo tramo debería acabar unos metros antes, en la zona donde se encontraría la salida del agua y algunos restos de tubería.

La visión del acueducto en curva, desde diferentes ángulos, es un ejercicio que no sólo es recomendable sino que yo diría que es casi obligatorio para todo el que pase por aquí, para tomar conciencia de la belleza, armonía, elegancia y ejemplo de buena construcción con materiales del entorno, saliendo del canal para verlo por fuera, tocando, palpando el grueso muro sobre el que se levantan los arcos por encima de los cuales se encuentra el canal, contemplando las vistas desde el interior de los arcos o mirando los alrededores a través de ellos, situándonos en plena curva, alejándonos unos metros de él para tener, desde el exterior, una panorámica completa, o trepando unos metros por la sierra para tener vistas desde arriba, percibiendo la fusión de este tramo de acueducto con el entorno en el que se encuentra.

Vistas, a través de uno de los arcos del acueducto,  de las ruinas segunda minicentral que estuvo en funcionamiento en esta zona de “El Cabronil”.

Se trata de un tramo de unos 80 metros de longitud, con 30 arcos y de cerca de 7 u 8 metros de altura en el punto más alto, creado para salvar el el Arroyo del Colmenar, así que podemos aprovechar este sito para tomar un piscolabis y hacer algunas fotos de grupo, al tiempo que nos deleitamos con las vistas.

El Acueducto de las Herrerías visto desde distintos ángulos.

De nuevo en el interior del canal, seguiremos con nuestro recorrido, pudiendo observar en la margen opuesta, las ruinas y restos de lo que eran unas explotaciones mineras, así como el caminito que por la ladera de la sierra servía para transportar el mineral extraído hacia la herrería.

Ruinas y restos de lo que eran unas explotaciones mineras, en el Cerro de las Minas.

Este último trayecto del canal acaba, como no podía ser de otro modo, en las cercanías de la tercera y última minicentral, y a diferencia de los otros dos tramos, en este caso, conforme nos acercamos al final, el canal se ensancha mucho más, a la vez que sus paredes son más altas, con lo que podría llevar un mayor caudal, y además, la salida de éste hacia la minicental, es a través de unas ancha compuerta de hierro, que previamente tienen unas rejillas que actuarían como filtro, y junto a está, otra puerta más estrecha que podría cumplir las funciones de aliviadero en caso de caudal excesivo.

Lo curioso de esto, según he leído en alguno de los blogs que comentan esta ruta, es que esta minicentral comenzó a construirse en 1912, o sea, cinco años antes que la anterior (la que se encontraba junto al acueducto), PERO estuvo parada durante 41 años porque el canal que tenía que llegar hasta aquí no estaba construido por los altos costes de construcción que tenía este trayecto. Finalmente, comenzaría a funcionar en 1953 y dejo de dar producción en 1969.

Aquí acaba el trayecto por el canal, a partir de ahora hay que dejarse llevar, porque la ruta no está marcada. Hay que bajar casi hasta el arroyo, o hasta las paredes que quedan en pie de la antigua minicentral (podemos curiosear por sus alrededores), y después seguir arroyo abajo, paralelo a éste, por estrechas sendas que aparecen aquí y allá, simplemente hay seguir por la zona más cómoda, siempre con el arroyo a nuestra derecha, paralelo a él, cruzando posteriormente otro arroyo que viene por la izquierda y siguiendo de nuevo paralelo al arroyo por el que veníamos, hasta llegar a un puente sin baranda, el conocido como Puente Viejo o Puente del Conde, aunque antes, en la otra margen del arroyo veremos las ruinas de antiguos molinos.

Ruinas del molino en la otra margen del arroyo.

Dejamos el puente a la derecha, ¡¡NO hay que cruzarlo!!, y continuaremos por una senda que se ve claramente en ascenso, de frente, desviándonos poco a poco del arroyo hasta llegar a tenerlo a nuestra espalda, en un primer tramo de fuerte repecho, al que le sigue un ascenso más suave, primero por un callejón que conduce hasta el cementerio de la localidad, y después por firme de hormigón hasta llegar a la entrada del pueblo, por la zona donde se encuentra el Ayuntamiento y donde nos estará esperando el bus.

Os dejo en ESTE ENLACE las fotos a más resolución y comentadas, así como este pequeño vídeo que estuve haciendo con la cámara de fotos:

El track de la ruta podéis verlo/descargarlo en AQUÍ.

Publicado en Ficha Técnica, Fotos, Senderismo.

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