Para el domingo día 15, y después de haber realizado el día anterior la ruta por «Los Bosques del Ambroz«, está prevista una ruta corta por el P.N. de Monfragüe, cuyo nombre se lo debemos a los romanos, quienes lo llamaron: Monsfragorum, o lo que es lo mismo: Monte Fragoso, admirados por la exuberancia y riqueza de naturaleza, algo que muchos años después, algunos personajes no fueron capaces de ver, cegados por «don Dinero«, y es que para nuestra desgracia, en 1970 se realizaron grandes repoblaciones de eucalipto y pino, y la prometida y nunca construida industria papelera en Navalmoral de la Mata, hizo que muchas hectáreas del Parque quedaran asoladas y alteradas por los aterrazamientos con maquinaria pesada, y las sierras de Miravete y los parajes de los barrancos de los arroyos Malvecino y Barbaón recibieron un duro golpe, desapareciendo importantes espesuras de bosque mediterráneo.
Nuestra idea es hacer una parte del itinerario rojo (que es una de los tres que están permitidos para hacer senderismo y disfrutar del naturaleza dentro del corazón del Parque, junto al amarillo y al verde) y en concreto, la propuesta es empezarla en el Mirador del Salto del Gitano, si es que puede dejarnos el autobús allí, y si no pudiera ser, empezaríamos un poquito más adelante, en el parking donde se inicia la subida al castillo (en este caso, iríamos desde el parking al mirador por una senda a la derecha de la carretera, de un kilómetro más o menos, sin ninguna dificultad).
Desde el mirador podremos regodearnos con las vistas de los innumerables buitres, tanto del buitre leonado, como del buitre negro, y si estuviéramos en otras fechas, podríamos ver también a otro primo hermano, el alimoche, además de la cigüeña negra, entre otras grandes aves.
El Salto del Gitano desde el mirador…
Buitres leonados en los roquedales del Salto del Gitano…
Buitre planeando, visto desde el Castillo de Monfragüe…
Desde el mirador continuaremos camino hacia la «Fuente del Francés«, y aquí se puede elegir entre ir por la carretera con cuidado, o mejor aún, ir por un sendero a media altura entre el río y la carretera, por la margen del embalse, cogiendo dicha senda al bajar unas escaleras al finalizar el mirador (siempre en el margen izquierdo de la carretera). En este caso podremos disfrutar más de la naturaleza, con vegetación de umbría, aunque hay que ir con cuidado y en fila de a uno, pero el camino es fácil y sin pendientes. Este tramo puede estar cerca de los 2,5 km de recorrido.
La famosa «Fuente del Francés» se encuentra en la umbría de la sierra, y aunque dicen que sus aguas son algo ferruginosas, ha sido siempre lugar de reposo, de refresco y punto de referencia para los que visitan el parque, ya que además de encontrarse junto a ella un área de descanso con mesas y aparcamiento, es el lugar donde confluyen tres cortos recorridos bien conocidos del parque, dos de los cuales entran dentro del recorrido que nos proponemos hacer en nuestra ruta planificada para este domingo: la umbría del castillo (que será el siguiente tramo), la del Margen del Embalse (que es la que habremos traído al venir desde el mirador del Sato del Gitano) y la Casa de Peones Camineros (esta se quedaría fuera de nuestro recorrido).
Desde la «Fuente del Francés» hasta el Castillo de Monfragüe, nos enfrentaremos al tramo más exigente a nivel físico de este recorrido, son apenas dos kilómetros de longitud, de los cuales 700 metros son de fuerte pendiente, aunque «las penas con pan son menos penas«, o sea, que aunque ahora tocaría una subida hasta el castillo, podremos hacerla disfrutando de la umbría de la sierra, con una vegetación exuberante, y con el trino y colorido de pequeñas aves como el carbonero, el herrerillo, el trepador azul, entre otras muchas. Una vez que lleguemos al punto más alto de la ruta, nos encontraremos con una de las joyas de este parque, a nivel cultural, el Castillo de Monfragüe, y en el interior de esta fortificación medieval, la ermita de la Virgen de Monfargüe. Podremos subir a lo alto de la torre, a la que se accede por una estrecha y sinuosa escalera que parte desde el interior de dicha torre. Desde arriba se tienen unas vistas excepcionales de todo el parque, de sus ríos, sierras y dehesas. Desde esta zona, los aficionados a la fotografía y a la ornitología gozan de una situación muy buena para realizar las típicas fotografías en vuelo de los buitres que en ocasiones los veremos planear por debajo de nosotros.
Panorámicas desde la parte alta de la torre del Castillo.
Vistas del interior y exterior de la ermita de la Virgen de Monfragüe.
«El Castillo de Monfragüe se encuentra situado al oeste de la Sierra de Las Corchuelas, a 465 m de altitud. El poblamiento de este cerro se da bastante antes de la llegada de los romanos, como así lo atestiguan las pinturas que se encuentran por debajo, en la cara sur. De la etapa romana tan sólo han aparecido algunos fragmentos de tejas, pero los restos hallados en el cercano Cerro Gimio constatan la ocupación del castillo en estos siglos.
Estas construcciones que dejaron los primeros pobladores fueron aprovechadas por los musulmanes a su llegada, instalando aquí su fortificación de vigilancia y defensa durante la ocupación de la comarca. Pero de su estancia apenas han llegado restos visibles: las numerosas remodelaciones a manos de los cristianos destruyeron la fortaleza que, según las crónicas, tenía dos líneas de murallas y cinco torres almenadas. A finales del siglo XII el dominio del castillo pasó a manos de los cristianos, pero antes se dieron unos rifirrafes entre los almohades y las órdenes militares cristianas que hicieron que éste fuese el momento de mayor auge del castillo.
Las torres que podemos ver hoy en el castillo son los restos de las remodelaciones que llevaron a cabo los cristianos. La torre circular es lo que queda de la restauración de la fortaleza que se hizo entre los años 1180 y 1196. Podemos observar restos de sus muros de mampostería realizados en cuarcita. La torre pentagonal, igualmente de cuarcita, corresponde al siglo XV. Reforzada en sus esquinales con ladrillo rojo, presenta un arco de herradura apuntado en su entrada y una bóveda, igualmente de ladrillo, de cañón apuntada. Esta torre se hizo con carácter de vigilancia más que de defensa, así se controlaría el paso del ganado trashumante y se podría ejercer el cobro de impuestos de paso que denotaría algún derecho de portazgo.
El castillo siguió ocupado a partir del siglo XV por familias nobles. En la Guerra de la Independencia sufrió importantes destrozos y tras ésta, se abandonó casi por completo«.
Desde el castillo continuaremos ahora en descenso, por la solana, durante poco más de un kilómetro hasta el parking donde nos esperará el autobús, aunque antes tendremos que bajar los ciento y pico escalones y pasar junto al «abrigo del Castillo«, donde se representan varios grupos de pinturas rupestres esquemáticas, con diferentes técnicas y variedades cromáticas (cuenta con un programa de visitas guiadas y gratuitas, cuya reserva puede solicitarse en el Centro de Visitantes en Villarreal de San Carlos), rodeados de la vegetación más propia de esta vertiente: cantuesos, encinas, acebuches, almez, etc.
Vistas del Castillo desde la parte de la solana (en la bajada en el recorrido que proponemos)
Pinturas rupestres esquemáticas del «Abrigo del Castillo» en Monfragüe.
En definitiva, un corto y entretenido recorrido, de unos siete u ocho kilómetros, representativo de este Parque, Patrimonio Natural, Patrimonio de Extremadura, Patrimonio de TODOS, para que aquellos que aún no lo conozcan se llevan una idea de los tesoros naturales que encierra.
Mapa con croquis y perfil de la parte del itinerario rojo a realizar (el perfil que aparece en la parte inferior es realizando la ruta circular comenzando en la Fuente del Francés, de ahí que el principio sea en subida).
