Calzado

El calzado a usar debe ser el adecuado al recorrido que vayamos a emprender, no es lo mismo caminar por terrenos más o menos llanos que por pistas o sendas pedregosas o de alta montaña. En todo caso el pié debe ir ajustado en el interior.

Hoy día, lo más común es llevar unas botas de buena calidad, con un buen compromiso entre transpirabilidad e impermeabilidad, cometido que cumplen con creces las membranas fabricadas hoy día para el recubrimiento interior de este tipo de calzado (goretex, simpatex, etc).

Los calcetines deben ser preferiblemente de fibras que faciliten la transpiración y sean de secado rápido. No se recomienda el algodón. Un truco útil para que no salgan ampollas en los pies es aplicar vaselina en las zonas más susceptibles de sufrir estas lesiones como talones o yemas de los dedos.

Es recomendable, cada cuatro o cinco caminatas, utilizar algún producto reimpermeabilizante para este tipo de botas, que por lo general viene en forma de spray y se puede conseguir en cualquier tienda especializada.