Comenzó el otoño y comienza de nuevo la temporada de rutas senderistas, y ASTOLL comienza con una clásica: «La Rivera del Huéznar«, una ruta circular con inicio y fin en San Nicolás del Puerto, en plena Sierra Norte sevillana, celebrada el pasado domingo 4 de octubre. Iniciamos el recorrido en el bucólico paraje del nacimiento del Huéznar, donde a pesar de pisar sobre un suelo impermeable, una fractura en el terreno (falla vertical) provocó que aflorara el agua del acuífero hacia la superficie, provocando lo que se denomina una surgencia o fuente, información que puede leerse en uno de las paneles informativos incluidos en la ruta.
Desde este punto iremos caminando por una vereda envueltos por una gran arboleda, zonas frondosas, húmedas y sombrías, junto a las aguas del Huéznar que en sus inicios corren tímidamente.
Pronto llegamos a una bifurcación, donde se puede elegir seguir por la Vía Verde de la Sierra Norte de Sevilla, por donde regresaremos, o por la pista que está más a la izquierda, que es la que seguiremos en el comienzo de la ruta.
[Foto del compañero Manolo Rubiales]
Este tramo inicial es lo que se conoce como Vereda de las Moreras, el cual pasa junto al camping del «Batán de las Monjas«, situado en un enclave idílico, aunque lo que no fue tan idílico fue el ver cientos de coches por los alrededores del camping, junto al camino, en lo que era una concentración no sé muy bien de qué, pero donde por desgracia una música electrónica, por decir algo, sonaba a todo trapo, destrozando la armonía reinante, sin hablar de cualquier arbusto junto al camino servía de improvisado báter, una lástima que esto suceda en plena naturaleza, porque tanto ruido y basura debe hacer huir como alma que lleva el diablo a cual pájaro o bicho que estuviera por aquí.
Al dejar atrás el camping, pronto nos vemos en la tesitura de cruzar el río por un vado con la suficiente agua como para no poder sortearlo sin mojarse, así que o te descalzas o pasas a las bravas… cada uno lo mejor que puede.
[Foto del compañero Manolo Rubiales]
Junto a unas mesas merenderos situadas junto a la vía verde, paramos para un pequeño tentempié y hacernos la típica foto de grupo, para seguir desde aquí en dirección a las «Cascadas del Huéznar«, aunque para ello tuvimos que abandonar temporalmente el trazado de la Vía de Verde.
Ya en el paraje en donde se encuentran los pequeños saltos-cascadas de agua, tenemos que volver a cruzar las aguas del río, saltando entre piedras, rodeados de una gran arboleda, de nuevo entre zonas sombrías, húmedas y mucho pedregal, divisando pronto una de las cascadas, con el salto mayor, aunque es justo antes de cruzar el río, situándonos sobre un pequeño promontorio, desde donde se tienen las mejores vistas. Unos metros más adelante se encuentra otra zona con pequeños saltos, en las cercanías del claro donde se encuentra la antigua «Fábrica de la Luz«, una antigua central eléctrica que junto con sus obras de ingienería hidráulica, ahora abandonadas, son la imagen, la huella en el paisaje, de lo que en otros tiempos fue toda una revolución, impulsando el proceso de industrialización de Andalucía.
Fotos del compañero Manolo Rubiales. Arriba dejando la vía verde para visitarla zona de las cascadas; en la segunda y tercera foto, el grupo accediendo a las zonas de los saltos o cascadas de agua.
Terminada esta visita interesante y enriquecedora en todos los sentidos (tanto a nivel de naturaleza, como paisajístico o geológico), regresamos de nuevo a la vía verde después de pasar por un estrecho sendero, con una valla a un lado y arbolea y el río al otro.
Estrecho sendero para acceder de nuevo a la Vía Verde después de visitar la zona de las cascadas.
Lo que resta es ya un tranquilo paseo siguiendo el trazado de la vía verde, llegando de nuevo a nuestro punto de inicio.