La ruta a realizar transita entre Higuera de Vargas y Villanueva del Fresno, siguiendo el cauce del río Alcarrache, calificado por la Junta de Extremadura como corredor ecológico y de la biodiversidad, pasando por el “Puente de la Bogaña” y terminando en el acceso a la carretera de Villanueva a Alconchel, para evitarnos los últimos casi tres kilómetros de asfalto, con lo que el recorrido aproximado de esta ruta es de unos escasos 18 kilómetros. Podéis consultar/descargar el track en ESTE ENLACE.
El bus nos dejará en Higuera de Vargas, pero en lugar de cruzar el pueblo y andar por carretera algo más de un kilómetro hasta llegar al río Alcarrache, utilizaremos un pequeño atajo por camino hasta llegar a él.
Para salir de Higuera de Vargas cogeremos la Av. Juan Carlos I, donde nos dejará el bus y en el cruce con la calle Pilar (a la derecha), giramos hacia la izquierda, por el Camino de los Cotos, cruzando a los pocos metros el Arroyo del Pepino y llegando a un cruce en el que frente a nosotros tendremos una pistas de padel/tenis. En este cruce giramos hacia la derecha, dejando las pistas a nuestra izquierda y a partir de ahí seguirimos el camino recto, el camino principal, obviando cualquier desvío, caminando entre olivares, durante unos dos kilómetros aproximandamente, hasta enlazar con el corredor ecológico del Alcarrache, en donde continuaremos girando a la izquierda, paralelos al río, llevando a éste a nuestra derecha durante otros dos kilómetros.
El recorrido inicial coincide con el PR etiquetado como la “Ruta de los Galápagos” y después de un primer tramo de camino, con espacios abiertos, acompañados del hilo musical del canto de los passeriformes que se alojan entre la intricada vegetación de las orillas del río y si éste va corriendo podemos ver si estamos atentos, alguna que otra garza real pescando a horas tempranas, al margen de milanos que podríamos ver sobrevolar sobre nuestras cabezas buscando alguna presa y si hay mucha suerte, podríaos ver a la cigüeña negra (aunque con tanta gente y tanto ruido y con lo huidizas que son… lo dudo, pero nunca se sabe).
No tardaremos mucho tiempo en adentrarnos en una espesa dehesa con árboles centenarios, perfectamente conservados, siendo un placer caminar en medio de ella, en esa paz especial que rodea estos bosques de encinas y alcornoques, viendo algunos rebaños de oveja o vacas completamente a su aire y algunas antiguas construcciones de piedra, ahora en desuso, para pastores y ganado.
Llegamos al desvío donde la “Ruta de los Galápagos” realiza un tramo de recorrido circular, y podemos elegir seguir por el río o por la dehesa, y como más adelante retomaremos el curso del río, nosotros continuaremos caminando por la dehesa, en un camino cómodo y más recto (se trata de la «Colada del camino de Villanueva del Fresno a Higuera de Vargas«), recortando algo la distancia pues que el río va serpenteando.
Caminaremos por un camino cómodo, entre grandes encinas, hasta llegar de nuevo a encontrarnos con el río Alcarrache, en el paraje conocido como el “Salto del Lobo” donde unos enormes pilares de hormigón cruzan el río; en su día se hicieron para soportar el puente por el que pasaría el tren hacia Jerez de los Caballeros, una vía férrea que como muchas otras, no llegó a terminarse y quedó a medias, con estos gruesos pilares de hormigón que afean bastante el entorno.
Desde este punto, seguiremos el curso del río, utilizando parte del recorrido circular del «PR-BA-124» (PR del Puente de la Bogaña). Caminamos paralelos al Alcarrache, cambiando el camino llano y con buena huella que traíamos, por una estrecha senda con algún sube y baja, algunos árboles y algunas rocas en el camino, con una valla a la izquierda y tramos escarpados a la derecha que van a morir en las aguas del río, que en esta zona está precioso, cubierto casi por completo de flores. En este tramo la marcha es en fila india y el ritmo se reduce considerablemente, pero sin lugar a dudas que es el tramo más divertido y bonito.
Este bonito y entretenido tramo acaba en el “Puente de la Bogaña”, ya conocido por ASTOLL porque hasta aquí llegaba también la ruta que se hacía desde Zahinos. Tras las fotos de rigor del grupo, proseguimos la marcha para realizar el último tramo, desde el puente a la carretera que va desde Villanueva del Fresno a Alconchel, en un tramo en subida de unos tres kilómetros, por una pista amplia, en un recorrido que se antoja algo insulso y que en días donde pegue «el lorenzo» se puede hacer un poco pesado, aunque seguiremos caminando por zona de dehesa, divisando una antigua noria a nuestra izquierda.
Al llegar a la carretera que une Villanueva del Fresno con Alconchel, o incluso antes de llegar a ella, avisaríamos para que el bus venga a recogernos a este punto, asegurándonos que para cuando éste llegue hayamos terminado todos la ruta, de forma que el bus solo se limite a recogernos y no tenga que parar mucho tiempo ya que no hay un área para estacionamiento. De esta forma nos ahorramos tener que casi 3 km por carrtera para llegar a Villanueva del Fresno.
En resumen, se trata de un recorrido largo pero cómodo de realizar, la mayor parte del trayecto entre dehesas, con el último tramo de sendero junto al Alcarrache y hasta llegar al Puente de la Bogaña que quizás sea lo más bonito, divertido y entretenido del recorrido; por contra, lo que puede resultar más pesado/insulso puede ser el tramo de pista final, de unos 3 km escasos, en subida cómoda, entre el puente y la carretera.
En otras ocasiones que hemos realizado esta ruta, al término de ésta nos hemos desplazada hasta la vecina Portugal para ralizar una visita cultural a Monsaraz, el balcón del Alqueva, una bonita, coqueta y bien conservada aldea-pueblo del alentejano portugués, donde aprovechamos también para comer.
Os dejamos unos enlaces a las fotos de las dos últimas veces que hemos estado por esta zona:
- Marzo de 2008: Zahinos – Villanueva del Fresno, más la visita a Monsaraz (Portugal).
- Abril de 2017 (en pleno domingo de Ramos): Higuera de Vargas – Villanueva del Fresno, más la visita a Monsaraz (Portugal).
LA CUENCA DEL ALCARRACHE
[El texto que aparece seguidamene, está extraído de la web del períodico elpais.com, concretamente de un reportaje de Pedro Retamar, de Junio 2003].
La cuenca del Alcarrache se esconde entre la mayor masa arbórea de la península. La extensión de bosque continuo más grande de España se encuentra entre el sur extremeño y la mitad oeste de la Sierra Morena andaluza. La cruza el río Alcarrache, un gran corredor ecológico.
En las tierras extremeñas se han bautizado con el nombre de Dehesas de Jerez las decenas de miles de hectáreas de montes adehesados poblados de encinas y alcornoques. Y en medio de ese mar pacense arbolado de quercíneas se esconde una de las joyas naturales más preciadas y desconocidas de la mitad sur peninsular, las vegas del río Alcarrache.
En junio de 2001 fue reconocida la importancia natural de esta cuenca fluvial con la aprobación para sus orillas de una figura de protección nueva en Extremadura, la de corredor ecológico y de biodiversidad. Además, el excelente estado de conservación del ecosistema que acompaña el curso de las aguas ha propiciado su clasificación como lugar de importancia comunitaria (LIC), con lo que formará parte de la futura Red Natura 2000 europea. Por último, al estar inmerso en la extensión de bosques que forman las Dehesas de Jerez, buena parte de su recorrido también tiene la declaración de zona de especial protección para las aves (ZEPA). Todas estas medidas pretenden conservar el estado casi virginal del río, que a lo largo de sus 59 kilómetros de recorrido atraviesa los términos de Barcarrota, Olivenza, Alcochel, Higuera de Vargas, Villanueva del Fresno y Jerez de los Caballeros. Los últimos metros, antes de donar sus aguas al Guadiana, transcurren por los dominios lusos de la famosa localidad de Moura.
Las vueltas y revueltas que marcan el recorrido del Alcarrache a su paso entre Higuera de Vargas y Villanueva del Fresno destacan por una fauna que ha encontrado en estos márgenes su ecosistema perfecto.
La vegetación dominante junto al cauce se compone de adelfas y tamujos, acostumbrados al carácter estacional de las aguas, y que en algunos trechos forman una maraña que oculta las trazas del río. Las orillas, sin embargo, verdean con más variedad; aquí se mezclan los majuelos y las coscojas con higueras y acebuches, y los lentiscos y las retamas, con jaras y jaguarzos. La gama de colores que la primavera pinta en esta selección vegetal llega a ser abrumadora, mientras desde las fincas linderas los pardos de las encinas y alcornoques asoman sus tonos por encima de los muros de piedra que las guardan. Este grandioso vergel se ve incrementado por el festejo sonoro y visual de una avifauna abundante capitaneada por la cigüeña negra, la especie más representativa del corredor fluvial.
A la salida de Higuera de Vargas nuestro recorrido se dirige río abajo con dirección al puente de la Bogaña. En este caso, el sendero cubre unos 15 kilómetros por una zona más salvaje ya que, exceptuando la primera media hora de marcha que se recorre por un camino, el resto de la ruta discurre por una vereda ganadera que aparece y desaparece a su antojo.
Patear este tramo del corredor ecológico a primeras horas de la mañana puede traer la grata sorpresa del encuentro con alguna cigüeña negra en pleno lance de pesca. Este cauce, aunque somero, abunda en peces como barbos, bogas, pardillas, calandinos, colmillejas y el endémico jarabugo, exclusivo de la cuenca del Guadiana. Otra especie pescadora que habita estas riberas es la nutria, cuyo resto de festín es posible encontrar sobre las rocas y en las orillas arenosas.
La guinda final al recorrido por el corredor del Alcarrache sería el viejo puente de piedra de ocho ojos, apodado de “la Bogaña” por la dehesa del mismo nombre a la que da acceso. El puente es una bella construcción de calzada plana, realizada en mampostería, que se apoya sobre ocho arcos de medio punto, con sus correspondientes espolones en los pilares, pretiles y aliviaderos. Es uno de los más viejos de la villa, sus arcos con dovelas de piedra de cantería revelan su construcción, su origen no está cierto aunque según Tomas López data de 1501.
Miembros de nuestra asociación sobre el Puente de la Bogaña